es cuestión de coincidencia,
el tiempo dicta y sentencia,
vivir nuestra realidad.
Los encuentros son furtivos,
inexactos, y es por eso,
que entre un abrazo o un beso,
son sobrados sus motivos.
¿Son los hados del destino,
los que mueven nuestros hilos?
Las palabras tienen filos,
que cortan preciso y fino.
El tiempo pone el aliño,
que nos hace recordar,
ese espacio, en el que obviar
que ya se perdió aquel niño.
Y hemos pasado la vida,
buscando lo que no hallamos
y es muy cierto que olvidamos
nuestra niñez, por perdida.
Vivimos la realidad
que queremos moldear,
no sabemos disfrutar
el paso de nuestra edad.
Todo se acaba, cumpliendo
las razones que el destino,
va sembrando en el camino,
la vida…va transcurriendo.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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