y es el templo del amor,
que yo adoro con fervor,
con tu sensual lencería.
La curva de tus caderas,
son un vértigo asumido,
pues por tu amor, consumido,
me inmolo, aunque no me quieras.
Sueño con beber la miel,
de tu sexo virginal,
eres mi diosa y vestal
y yo soy tu amante fiel.
Tu aroma quiero aspirar,
probar tu dulce saliva,
navegando a la deriva,
sin temor a naufragar.
Amarte por que me inspiras,
todo el amor que yo siento,
mucho más que un sentimiento,
me enamoras, si me miras.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz “.
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