sábado, 21 de enero de 2023

Un instante que permanece frío en la memoria.

Sobre los tejados imprevistos, cae la nieve 
sorprendiendo los aleros y precipitando 
su manto blanco sobre el gris pavimento.


Apetecen los abrazos, el chocolate caliente 
y el calor de hogar.
Lo único que admito en este frío paraje,
es el humo de las chimeneas 
y las nubes plomizas, que llevan dentro 
el gélido aliento, que  transforma el agua 
en nieve.


La vida va rodando y se despeña,
precipitándose sobre las columnas de nuestras 
convicciones.
Uno sabe a ciencia cierta, 
que toda notoriedad, obedece a un pasaje
inédito, que  deja su indeleble huella 
sobre el hielo, y aún a pesar de todas
las primaveras, uno sabe que  la nieve 
no es tristeza, sino ese espacio que congela 
un instante y lo guarda en la memoria.


Las calles son un silbido, 
que el viento pronuncia, para abatir 
a un silencio mortal, con su voz frenética,
mientras los copos de nieve caen,
intentando limpiar las conciencias 
y los senderos recorridos erróneamente,
por nuestra inconsciencia.

Escrito en Enero 2023 por  Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.




No hay comentarios:

Publicar un comentario