lunes, 9 de enero de 2023

Injustamente hambrientos.

Los ornamentos  del miedo, se desplazan,
crean sombras inexactas, sobre la claridad 
de las mentes debilitadas por falsos augurios 
y supersticiones.


En el quicio del  ángulo oscuro,
 hay una cuchara sucia, porque el hambre 
no supo sobreponerse a la necesidad 
y los falsos manjares vaciaron las bocas,
que no los apetitos.


En una divagación enfermiza, la fiebre subió 
hasta el ático, donde las aves distraídas,
anidaban con felices trinos.
Buscamos, sin resultado en las arcas vacías 
o en los cajones de la alacena, algunas migas
de pan, que cayeron de la última hogaza 
compartida.


La extrema delgadez del  cuerpo, crea biseles
en las ventanas que dan al patio 
y los recuerdos emergen severamente afilados,
para cortar un día de ayuno y permitir 
que broten flores de pan y miel, bajo un sol
de encendido color, que esperamos…
destiña sobre nuestras mejillas, los tonos 
que reflejan un óptimo estado de salud.


Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.






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