Ojos de mar antiguo,
mirada de vuelta a la infancia
y una sonrisa amplia,
tan grande, como el corazón ,
desde donde fluye.
La candidez y sinceridad,
escapa en palabras
desde sus dientes.
Hay un balcón florido,
en las palmas de sus manos
y su voz es amena,
como la brisa, que recorre sin prisas,
las laderas y los valles
de la paz, que todos soñamos.
Escrito en Agosto 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"
Gracias por todo Fernando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario