El ojo se nubla con la lágrima,
cuando no retiramos la pena y el pesar
de nuestras vidas.
Hay una sóla razón para seguir vivo...
Averiguar, qué sucederá después,
porque la muerte, cierra sus ventanas
y nos impide ver, lo que ocurre
dentro de su morada.
Escrito en Agosto 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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