martes, 23 de agosto de 2016

Abrochar el amor

No quiero tener, ni un botón suelto
en la camisa, donde albergo mi ser.
No quiero un viento frío, que se instale
permanentemente en mi alma.

Quiero, si, la candidez del alma pura
y un beso sincero, de unos labios,
que hayan nacido en el amor
y sean bautizados en la ternura.

Abrir de par en par cada puerta 
que se cierre al placer y el deseo,
para encontrar, entre dos cuerpos,
la fuerza necesaria, que logra su unión,
para que nada, ni nadie 
sea capaz de separarlos.

Escrito en Agosto 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".

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