en la camisa, donde albergo mi ser.
No quiero un viento frío, que se instale
permanentemente en mi alma.
Quiero, si, la candidez del alma pura
y un beso sincero, de unos labios,
que hayan nacido en el amor
y sean bautizados en la ternura.
Abrir de par en par cada puerta
que se cierre al placer y el deseo,
para encontrar, entre dos cuerpos,
la fuerza necesaria, que logra su unión,
para que nada, ni nadie
sea capaz de separarlos.
Escrito en Agosto 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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