hojas que mueve el viento,
letargo en leve sustento
en una ilusión que enerva.
Somos esa realidad,
que miente nuestro destino,
un continuo desatino
en magia de potestad.
Que cuando la adversidad,
nos obliga a decidir,
optamos por resistir,
por nuestra capacidad...
De caer y levantarnos,
creciendo ante un nuevo reto,
para no dejar escueto
el poder acostumbrarnos.
Y así, seguir en la brecha,
con ahínco y con tesón,
al poner el corazón,
prendiendo otra vez su mecha.
Escrito en Agosto 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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