son suficientes, para despertar mi interés.
Un regalo para el alma, en esa búsqueda
de armonía hacia el infinito.
Estrellas inscritas en un rostro,
que fulgen con ígneo resplandor
y al aire los cabellos, como una respuesta inconcreta,
escrita en el viento.
Nada que pueda conservar, ni retener, porque todo es efímero
y el amor es voluble, conteniendo los metales furiosos
de la traición.
No deseo hacer sombra, ni que la sombra,
me atrape en su red.
Busco la luz necesaria en mi vida
y deseo encontrarla en tus ojos.
Escrito en Agosto 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"
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