que provocáis distracción,
parece que la intención
os viene de la desgana.
En las tardes de calor,
en que el sol, tan fuerte aprieta,
nuestra paciencia se inquieta,
molestáis nuestro sopor.
Hacéis lo que os viene en gana,
buscando la alteración,
que vuelque nuestra atención,
molestas y cotidianas.
Nuestra calma se hace tedio,
ante el insistente vuelo,
apenas rozáis el suelo,
buscáis tan sólo el asedio.
En la siesta sonriente,
buscáis al pobre infeliz
y os posáis en la nariz
del relajado durmiente.
Esa molestia tan rara,
concluye de sopetón,
cuando se da un bofetón
con fuerza sobre su cara.
Escrito en Agosto 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "Zuhaitz"
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