martes, 9 de agosto de 2016

La llama siempre viva

Ante mis ojos pasan los fantasmas
de viejas ilusiones, 
resumen de cenizas, cuando la llama,
aún joven, brotaba  de los pechos amantes.

Cadenas de suspiros
y un desembarco de penas,
para olvidar en un viejo desván.
Almorzamos juntos,
las mismas miradas, que antes
unían nuestras vidas 
y recordamos con nostalgia,
la ingravidez de tus cabellos al viento,
rozando un haz de luz vespertina
y la locura desordenada
de una risa incontenida.

¡Qué tiempos aquellos!
¡Cuánta vida guardada
en la inconsciencia de nuestras
soñadoras cabecitas!.

Un corazón, tan sólo,
un brillo, un destello, que nunca 
quisimos extinguir.
Hoy la llama es un rescoldo en el recuerdo, 
pero aún arde ese espíritu en nosotros.

Escrito en Agosto 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".


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