y en el despiste de la mirada en el vacío.
Cristal que se rompe en crepúsculos,
que agonizan en la luz mortecina y última.
Líneas y horizontes,
infinitos labios, extendidos en el hueco
de un beso negado.
Naves que vagan en mares de recuerdos
y moscas merodeadoras de la cotidiana constancia.
Permanencia en la sal del sudor
y el azúcar de una ilusión, bajo un guión escrito.
Escrito en Agosto 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"
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