los sentimientos humanos,
nos nacen desde las manos,
en un devenir avieso.
Desprendidos del dolor,
de ausencias e ingratitudes,
todas las vicisitudes,
que hacen perder el amor.
Hueso y carne dolorida,
aunque no deje hematoma,
su dolor es la carcoma,
que se nutre de tu herida.
Lo que el desamor deshizo,
es hielo en nuestra conciencia,
en la gélida imprudencia,
se forma un duro granizo.
Hielo y fuego, corazón,
sujeto en el devaneo,
te convierte en Prometeo,
cadenas de sinrazón,
Quien ama, sufre la pena
de un corazón dolorido,
si no es correspondido,
amarga ha de ser su condena.
Escrito en Enero 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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