entre tus uñas, cuando hacemos el amor
y mi cuerpo es una prolongación
del tuyo.
Me llenas la boca con tu boca
y tu saliva baja por mi garganta,
como dulce miel, libada de tus labios.
Mi tallo busca la humedad de tu gérmen
de vida, para crecer hacia ti en el placer
y procurar que tu selva se llene de gozo,
entre gritos apagados y velas
con aromas de incienso.
Me gusta beber de tu sexo, de tu boca.
Soy un árbol que vive y crece en ti...
En tu amor.
Escrito en Enero 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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