siempre con el temor.
A cambiar la rutina y quedarnos atrapados en algo desconocido
e inusual.
Nos educan en el temor, nos crean
un infierno a medida,
cuando el peor infierno se vive,
en cualquier parte del mundo,
con el hambre, las guerras
y la indiferencia de aceptarlo como
algo normal, ya que no se encuentra
remedio o no se quiere buscar.
Es totalmente incierto, porque siempre
es el temor, el peor y el más terrible
de nuestros fantasmas.
Siempre es ese pálpito incontrolado
de un corazón encogido, el que detiene
nuestro paso y paraliza nuestras piernas.
Escrito en Enero 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".
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