martes, 10 de enero de 2017

Vivir, pero no en la espera

Acepto la herencia de los días,
en mis cuadernos en blanco,
poniendo un tic de alegría,
cuando el tiempo quede estanco.

Cuando entramos o salimos
en el azogue o inquietud,
cuando vemos y advertimos,
la rutina y su acritud.

Acepto la vida entera,
con su acíbar y su miel,
no puedo estar a la espera,
mientras me muda la piel.

Escrito en Enero 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".

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