sábado, 9 de enero de 2021

Desde una boca...

Desde una boca, el vaho.
El calor que de adentro, desafía al hielo.
El gozo presentido en la diáfana estructura 
del aire.


Copos tal vez, de blanca hermosura,
con el alma dormida sobre las cumbres.
Voces en lejanía y un dormitar 
sobre un jergón de lana, al abrigo del hogar,
con el aliento del cálido susurro de la leña,
crepitando en el fuego.


Desde una boca se escapa el silencio 
y haciendo un breve sonido, rompe
los esquemas de la quietud y la calma,
antes contraída, ante el temor del estruendo.


Pronunciar un sólo sonido es hacer vibrar 
el aire quedo, acostado en el letargo 
de silentes árboles, para agitar sus ramas 
y despertar de su sueño todas las armonías 
que componen el color variopinto 
de una música indescriptible.


Desde una boca que mastica ausencias 
y se alimenta de presencias...
con el pan desmigado y ensalivado,
pronuncia una oración que el vientre
necesita sentir, en una proclamación 
de nutrientes que proveerá con el sonido 
batiente de sus mandíbulas.


Desde una boca, el beso apretado 
o distendido, cruzando el aire 
hasta quedar sellado sobre tus labios.


Escrito en Enero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.





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