sábado, 9 de enero de 2021

Por ese temor a sentirse vulnerable.

Ya no hay fuego y además nunca se atreve
a enfrentar fríamente su mirada,
recibir una imprevista bofetada 
o extender su paraguas, cuando llueve.

No dibuja su sonrisa a un sólo trazo,
ni permite un sentimiento que le lleve,
ni por nada que suceda, se conmueve,
evitando un leve roce o un abrazo.


No permite ni un sonido, por encima 
del sonido de su voz y eso es tremendo 
estás solo porque quieres y no entiendo 
que no tengas más visión desde tu cima.


Tus palabras sólo tienen aspereza
y hay más piedra en tu semblante, que en el monte,
has trazado ante tu vida un horizonte,
que se nubla entre unas nubes de tristeza.


Quien te observa y te examina pieza a pieza,
sólo ve un triste cuerpo desafiante,
que buscando su camino, vaga errante,
pues tal vez, haya perdido su cabeza.


Escrito en Enero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”









No hay comentarios:

Publicar un comentario