ante el dolor. Entonces surge la noticia
de que vas a morir y sabes que será terrible.
¿Cómo aceptar y soportar el duro golpe,
sin saber si mi cuerpo y mi alma tendrán
la suficiente fortaleza?.
¿Quién apartará este cáliz, si la vida
se precipita irremediablemente
en sus abismos?.
¿Cómo soportar la duda y la incertidumbre
sobre nuestra supuesta inmortalidad?.
La vida, aún siendo muy dura,
nos parece grata sin la sombra amenazante
de la muerte.
Siempre esperamos que la muerte
sea benévola y al menos, nos lleve
en un sueño sobre sus alas.
La vida es incierta y no sabemos
de sus pactos con la muerte, si nos llevará
en su compasión o en su crueldad.
No es que yo sea un suicida,
no es que yo sienta temor.
Me estoy haciendo mayor,
se está muriendo mi vida.
Escrito en Enero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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