miércoles, 6 de enero de 2021

La muerte es sorda, muda y ciega.

Siempre se teme a la muerte,
mas, es la justicia ciega,
a nadie su beso niega, 
tengas o no tengas suerte.


Así, al pobre y al rico,
sitúa en un mismo plano
y ha de tomar de la mano
al sabio, como al “borrico”.


En una espera paciente,
aguarda y no tiene prisa,
porque la vida, sumisa,
conoce su fiero diente.


En la vida, nada empaña
la luz que brota en sus días
y entre penumbras sombrías 
brilla el filo en su guadaña.


Y con un golpe certero,
siega una vida, sin ver
si su víctima ha de ser
un truhan o un caballero.


Nunca detiene su siega,
su labor, es por su celo,
llevar las almas al Cielo,
pues es sorda, muda y ciega.


Escrito en Enero 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.



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