para una mente inquieta.
Que sirva de base
y el corazón lo rebase.
Amar los labios candentes,
que afloran entre la gente
y dejar como recado,
que el amor no es un pecado,
sino una necesidad
que en una vida, por muerta,
nos deja una puerta abierta
hacia nuestra eternidad.
Amar y sentir es motivo
que aflora en el corazón,
manteniendo la ilusión
de estar y sentirse vivo.
Escrito en Octubre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"
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