se revela en la timidez de unas manos
que se esconden vacías.
Como ocultar una piedra entre papel,
cuando su rugosa forma, se adivina
y traspasa una realidad fingida.
La profunda herida de una espada de luz,
a través del blanco algodón de las nubes,
confundir siluetas con la apariencia maquillada
es un arduo trabajo.
¿Cuántas capas necesita la mentira, para ocultar
y encubrir una verdad de peso?.
Trabajar en la luz es evitar el frío y la necrosis del alma,
manejar el fuego sagrado de la verdad, sin quemar
nuestros dedos,es nuestra más sagrada labor.
De nada sirve cercar y ocultar las miserias mundanas,
cuando el atrio tiene un espacio abierto
hacia el cielo.
El tamaño del miedo y la incertidumbre crece,
cuando nuestra voluntad y resolución
tenemos mermadas.
Nos sentimos pequeños, cuando el trabajo
supera nuestras expectativas ,
sólo cuando dejamos atrás nuestra incertidumbre ,
podemos observar, desde lo más elevado,
cuán pequeño era el esfuerzo a realizar, si comparamos
la dimensión de la obra realizada.
Escrito en Octubre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”
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