y arrullarte con mi voz,
para que tus sueños sean
un mar en calma.
Besarte y atrapar con mi labios los tuyos,
anudar suavemente nuestras lenguas
y dejar que la pasión arda en el interior
de nuestros cuerpos.
Deshojar tu envoltura celeste
y ver tu cuerpo desnudo brillar
a la luz de las velas.
Amarte despacio, como si el tiempo
no existiera y no dejar un centímetro de tu piel,
sin un beso o una suave caricia.
Recorrer tu desnudez con mi boca y descender
al cáliz de tus caderas, besar y lamer
el húmedo secreto que se halla entre tus muslos.
Llenar la noche toda con tus gemidos y que tu placer,
rompa armoniosamente el silencio.
Amanecer junto a ti con tu nombre en mi memoria
y el sabor de tu cuerpo,aún presente en mis labios.
Entornar los ojos tras el sueño y que sea tu rostro,
la primera imagen que llene todos mis sentidos.
Amarte tanto, que si acaso sea un sueño, no consiga
despertar. Y si lo hago que sea abrazado a ti.
Escrito en Octubre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito. “zuhaitz”
No hay comentarios:
Publicar un comentario