acaso se halle la sobriedad de su naturaleza ,
no declarado al fin, por seguir en esa fidelidad
de mantener el enigma, a punto de descubrir.
Es ese misterio el que incentiva
la aventura de la búsqueda,
la motivación o la mecha
que es capaz de encender el ingenio.
La mente resuelta y abierta hacia
las ventanas de lo desconocido.
Desentrañar la razón de todo conocimiento
y ampliar las fronteras de nuestras propias limitaciones,
todo lo que cabe en el contexto de una comprensión,
tiene una explicación .
El culto al conocimiento y el desarrollo del ser humano,
desde los anales del tiempo, hasta los abismos
de lo imposible.
Resolver acaso, la ecuación de la existencia,
el misterio de la vida y la muerte
y elevando los ojos al cielo, imaginar el principio
y el fin del firmamento.
Escrito en Octubre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario