en los cuales construir,
nuestro carácter y educación.
El hormigón nos hace ásperos
y reacios a la conversación .
Parece que la soledad se adueña
de nosotros y nos sentimos,
incómodamente cómodos,
quejándonos de aquello
que hemos generado.
La comunicación “inteligente”
nos incomunica en las distancias cortas.
El miedo a salir de nuestras madrigueras
y mostrarnos tal como somos.
Refugiados en una virtual existencia
e incapaces de convivir y mantener
una relación de amistad o de amor,
que ya nos suena a título
de un videojuego, fuera de circulación.
Escrito en 0ctubre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito. “zuhaitz"
No hay comentarios:
Publicar un comentario