martes, 13 de octubre de 2015

La belleza del alma

No necesito una imagen, ni caeré
en las redes de una belleza artificial
de maquillaje de la apariencia .
 Un camuflaje perfecto para esconder
oscuras intenciones.

Amo la belleza del alma y el sentimiento puro,
el contacto íntimo de las miradas, los abrazos cálidos
y los besos que, como flores recientes,
brotan espóntaneos de los labios
y en ellos va una parte del ser.

Amo la entrega desinteresada y el amor
sin etiquetas, ni condiciones.
La búsqueda del ser y darse en la otra persona,
sin pensar en ti mismo, porque eres 
caudal de abundancia y recibes al instante
todo cuanto das.

La vida desnuda, sin disfraces, ni espejos.
navegar en la emoción, sin que suponga
un naufragio en los escollos de la razón.

Amar con fantasía, sin preguntas, ni respuestas
y resolver el dilema de un encuentro, sin que se produzca
ni roces, ni estridencias, donde las bocas callan,
ni siquiera musitan, ocupadas de posar un beso
puro, redondo y profundo en los labios 
ajados por la tristeza, para dar una nueva vida
y vencer juntos el dolor añejo,
que en el alma dejan las soledades.

Escrito en Octubre 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“Zuhaitz"

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