la belleza de sus formas y recorrer
cada poro de tu piel y su tersura.
Tu hermosa desnudez de luna,
tus pechos erectos, frutas del deseo,
corolas en flor que reinan sobre tu pecho
y originan un incendio en el mío.
Tu vientre es el hermoso valle, donde
desemboca el delta de tu pubis,
con humedades de miel destilada
y aromas de almendro en flor.
Amo tu piel cálida y me entrego
a la suave caricia, besando dulcemente tu cuello,
con mis labios, con la punta de mi lengua,
ávida de saborear los secretos de tu cuerpo.
Me produce una exquisita languidez, bajar
y besar tus pezones, hasta que se endurecen
al contacto con mis labios.
¡ Te amo!. Deja prenderme en tu cintura
y besar largamente la flor de tu sexo,
jugar con mi boca entre tus muslos,
sintiendo la ternura que guardas entre tus piernas
y entre los pliegues de tus exquisitas nalgas.
Adoro tu cuerpo y deseo darte tantas sensaciones,
que sea tu cuerpo el portal de tu alma.
Gozar sin el temor de pecar y dejar abiertas de par en par,
las puertas del paraíso.
Escrito en Febrero 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"
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