jueves, 14 de septiembre de 2017

Carroñeros de las guerras

Quiero envenenar vuestra sangre 
para que no salpiquéis rostro alguno,
con vuestras matanzas.

Cuando la luna me conceda su magia, 
mis uñas y mis dientes destrozarán
vuestras inmundas carnes, 
habrá entonces una paz tensa,
pero necesaria.

Mi pluma apuñalará vuestras gargantas,
secas de piedad y de razón,
espero tener de ambas, lo suficiente 
para procurar no condenaros eternamente por vuestros crímenes.

Quisiera reunir a una gran manada 
de depredadores para limpiar este mundo de vuestra inmundicia
y borrar el rastro de sangre y muerte
que dejáis a vuestro paso.

Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz"



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