viernes, 1 de septiembre de 2017

Unos cortos vuelos

Las horas de insomnio producen
un letargo en la memoria.
Dormir, morir un poco, cuando no queda 
mucho por lo que vivir, fuera de la cama.

Tan sólo, alguna ilusión fugar,
un globo de helio que ascenderá,
para perderse  en el firmamento.

Una búsqueda de infinito, el apoyo
de la amistad, cada vez más difícil 
de mantener y una alegría fortuita,
flotando a duras penas, 
entre mares de infortunio.

Un anhelo que se va apagando,
como llama de una vela 
que se consume y esa tristeza 
que se instala sin permiso alguno
y no quiere marchar de nuestras vidas.

La alegría tiene las alas frágiles
y su vuelo siempre nos resulta
excesivamente corto.

Escrito en Septiembre 2017."zuhaitz ".


No hay comentarios:

Publicar un comentario