jueves, 7 de septiembre de 2017

Cuando vemos lo que comúnmente no se ve

Detrás de cada puerta hay un hueco,
donde no llegan ni la escoba, ni la luz 
y el pensamiento ignora, que el secreto 
segrega el fluido que el misterio necesita,
para moverse en un ámbito, donde
la luz que se filtra a través 
de un ventanuco, es suficiente 
para ocultar aquello que quede en el quicio.

El ministerio del misterio no es concreto,
se oculta tras el secreto,
camina sin pies, deslizándose 
como una sombra detrás 
de un rayo de luz.

El atractivo es el juego 
de la contrariedad, de la adversidad 
y la antinomia, a través de las cuales,
los matices crecen desde lo más oscuro 
a lo más luminoso.

Nos deslizamos hasta el extremo 
de la barandilla, desde la buhardilla 
al sótano y es entonces 
cuando observamos, cuán grande 
es la sala, donde comúnmente 
convivimos.

Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".



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