jueves, 28 de septiembre de 2017

Cuenca

Cuenca, cincelada por el viento,

dura roca en el carácter, amable en su fantasía 

y caprichosa en su forma.


El tiempo ha dibujado en ti una alegoría 

y emergen gigantes, como niños dormidos 

en brazos de su madre tierra.


El viento te ha mecido en tu sueño de siglos,

con mimo y te ha susurrado al oído,

canciones y cuentos infantiles.


Cuenca, tus casas suspendidas 

en la magia de lo imposible,

en un juego de luz cautiva

y sombras, que recortan tu figura

en árboles de piedra, perennes, sabios,

sabiendo escuchar al viento y a la lluvia,

para contar a todos el embrujo de tu encanto 

y todos los amaneceres que durmieron 

en la calidez de tu abrazo materno.


Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito.”zuhaitz”.

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