lunes, 11 de septiembre de 2017

Los tres hermanos

El sufrimiento es un fuego que amaina,
pero no acaba de consumirse.
El desamor aviva las llamas y sólo 
una gran resolución es capaz 
de sofocar el incendio.

Nunca nos abandona y se ampara
en la dulce y melancólica tristeza,
para crecer apoyándose en su hermana.

Ella tiene los ojos grandes, llenos 
de lágrimas y son grises, como nubes
de tormenta, su mirada encoje el alma.

La dicha es su hermana alocada,
pero llena de luz cada estancia,
con su presencia.
Es inquieta y su fuego es fugaz
e inestable, por eso hay que cuidarse 
de su hermanos, la tristeza 
y el sufrimiento.

Son más dependientes de ti y se instalan
en tu alma, con el propósito 
de hacer de tí una morada eterna.

Escrito en Septiembre 2027 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".



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