sábado, 9 de septiembre de 2017

Una bombilla y un aparato de radio

Las serpientes ávidas de luz,
producen la incandescencia, 
encerradas en ampollas de cristal.

El sonido huye de las bocas emisoras
y viaja por el éter, diluido en envites 
del viento.
Las vibraciones dejan semicírculos 
desde las orillas de los labios 
a los oídos, que despiertan de su letargo.

Hay una dimensión que atrapa 
todos los sueños y aquello 
que se te ocurra imaginar.

Todo es posible, si se halla el modo
de convertir una idea en fuerza creativa 
capaz de despertar 
los instintos dormidos.

Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Diaz Expósito."zuhaitz".


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