sábado, 16 de septiembre de 2017

Desde mi exilio

Estoy comenzando a darme cuenta 
del duende que habita en mi
y refleja lo que siento y pienso 
de forma automática.
 
No es mi tiempo, no es mi mundo,
vivo en un exilio prematuro 
y sólo puedo decir que digo lo que digo,
porque nadie más lo dirá.  

La vida que conocemos es un fraude,
porque admitimos lo que sea
y sucede que deberíamos 
cambiar las normas, porque nadie más
lo hará.

¡ Craso error ! Siempre hay alguien 
que escucha tu voz, por lejana que esté
y hay conciencias que han despertado 
del letargo y que no pueden observar 
los que todavía duermen.

Escrito en Septiembre 2017 por Eduardo Luis Díaz Expósito."zuhaitz".

No hay comentarios:

Publicar un comentario