donde dejamos el último suspiro.
Cuerda,donde los deseos quedan
esperando su liberación,
para desatar un volcán de pasiones.
La provocación de la insinuación,
entre el encaje y la blonda
que escuetamente cubre tus pechos,
entre las sombras y la luz tenue
de las velas.
Ascensión desde los pilares
de tus piernas hasta tus caderas,
contemplo tu cuerpo y desato muy despacio
las cintas que sujetan tus bragas.
Beso la hendidura abierta al placer
y mi beso se torna arroyo ante
la dulce humedad que cautivas.
Entre jadeos y suspiros sorprendo a tu boca,
con mis labios entreabiertos y me entrego a ti.
¡Amor, destrúyeme con tus labios!.
¡Hazme tuyo en la forma que desees!.
¡Qué tu placer sea tan largo y tan profundo,
como los arañazos que dejas en mi espalda
durante el orgasmo!.
Que el placer sea la dulce muerte, que me haga renacer
en ti.
Que cada día despertemos con el furor del fuego,
para sucumbir nuevamente en un mar en calma.
Que sea tan cierto el Amor, que nadie pueda creerlo,
porque sólo tú y yo lo guardamos
celosamente entre nuestras manos.
Escrito en Agosto 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz".
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