lunes, 24 de agosto de 2015

El Tiempo Retenido

La laxitud de las horas,
se siente como un paso detenido
dentro de un vaso de agua,
donde quedan sumergidos los recuerdos.

Nuestros ojos se elevan 
hacia el ático del cielo
y la imaginación divaga como globos
que escapan de las manos de un niño.

Es en ese paréntesis, dónde encontramos
esa paz que el alma necesita
y toda alegoría de la vida,
queda prendida en imagen vívida.

Suena una música perdida,
dentro de nuestros tímpanos
y nos resulta tan dulce,
como imposible de recordar,
para guardarla en la memoria.

Es tal vez, una muestra de lo que perdemos,
cuando nuestra atención se dispersa
como el humo gris en el cielo.

Escrito en Agosto 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“ zuhaitz"









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