sábado, 22 de agosto de 2015

La Nieve herida por el Rayo

La nieve herida  por el rayo,
cuando la caricia es extrema.
Dos cuerpos diferentes,
la frialdad que guarda la rosa y la sangre,
en una cianótica espera 
y el tibio calor que desentumece 
la vida durmiente,
en ese pleno renacer.

Todo lo que duerme mora en la eternidad,
más, si la vida es el atrevimiento, se procura
el riesgo en busca de la luz,
aunque se quemen nuestras alas.
¡Qué gozoso es sentir la libertad
y el riesgo!.
Aún naciendo para morir.
¡Qué aventura!.Caminando entre el ascua pura,
sin temor al fuego, porque nuestra pasión,
desprende más calor.

El calor de la llama que la vida sustenta,
el milagro de ser y estar.
Estuvimos dormidos, 
como la memoria duerme ante el dolor
y trata de alejarse de una mala experiencia.
Ahora toca vivir, para morir de nuevo
en las cumbres nevadas del tiempo
y renacer en otro amanecer,
a la espera de ese rayo de Sol
que despierte nuestros sentidos.

Escrito en Agosto 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"





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