jueves, 20 de agosto de 2015

Navegando entre la melancolía

Gris y azulada, trasnochada en el día,
ánima en espiral que se encoge
y surge, como un dolor interno,
en amarillo visceral
o verde biliar.

La mente vaga y transita 
en habitaciones vacías y oscuras,
sabores amargos en el paladar
y un suspiro, para romper 
el silencio en que nos hallamos.

Cuando, incapaces de navegar, 
nos hundimos en las aguas negras,
recordando con acritud,
que todo tiempo pasado fué mejor.

No se debe permanecer estáticos
entre dos aguas y si se debe mover
los remos con idéntica fuerza,
para seguir navegando por la vida.

Todos los mares pertenecen a un mismo mar,
pero quedan muchas aguas que recorrer,
hasta que el ocaso nos sorprenda
buscando un horizonte.

Escrito en Agosto 2015 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz"









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