ante un sinuoso trazo,
preguntando si la respuesta es la correcta
o la pregunta fué bien formulada.
La duda, humana por naturaleza,
rescatando del sínodo de la razón
al apóstata y al radical que niega
un margen a la posibilidad.
La mente abierta herméticamente,
ante el ideario de un nuevo proyecto
de creación, que se desarrolla
de larva a hermoso insecto,
durante la metamorfosis necesaria.
Creer es crear, el principio no conoce fronteras,
porque la mente es libre y durante el vuelo
se produce el choque entre distintas esferas.
Salta entonces, la chispa del ingenio,
entre la fricción de unas ideas contra otras,
hasta que...¡Eureka!. Lo he hallado, no estaba fuera,
sino dentro de mí, lo que deseo crear, generar o sentir,
como una palpable realidad, que evolucione
y se convierta en una actualización del futuro,
vivido en un tiempo presente.
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