las cosas se nos escapan,
los sentimientos atrapan
y nos desbordan con creces.
Te preguntas, si mereces
un sinsabor por respuesta,
cuando en la vida, tu apuesta
fué grande desde su empiece .
Y apuestas por el amor
y lo das todo gozoso,
porque tú crees que es hermoso
sintiéndote un trovador.
Pero ya a los pocos años,
quien no pensó en sí mismo,
ve muy claro el egoísmo
de su pareja y su engaño.
Y su amor se vuelve huraño,
llegando hasta el desamor
y se convierte en dolor,
en el peor de los daños.
Se pierde ya la paciencia
y en odio se va el amor,
seguido de un gran dolor
y al final la indiferencia.
Vivo para ser feliz,
esa es mi meta y mi ciencia,
quien no tenga esa conciencia
sólo es un mero aprendiz.
No hallará felicidad,
pues no sabe de la entrega,
nada da, todo lo niega
y vive con mezquindad.
Coge lo que necesita,
sin dar de su corazón
y ajeno a toda emoción,
tan sólo te parasita.
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