en todos los rincones de la mente,
un hueco a la esperanza y una fé
contra todo pronóstico.
Agoreros, sin un barco de realidades,
vuestro rumbo no es fijo
y vuestros ojos, cansados de mirar al mar,
no pueden ver la proximidad de la bahía.
Escrito en Septiembre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
No hay comentarios:
Publicar un comentario