aquí siempre estuve y seré,
no sé mañana, qué haré...
voy saliendo del abismo.
No temo a la soledad,
disfruto en mi compañía,
aunque no es labor de un día,
aceptar mi realidad.
Todos estamos de paso
y esa es una gran razón,
pocos en mi corazón,
aceptarán su fracaso.
Algunos por su descuido
y otros por su ignorancia,
unos no logran su estancia,
otros en mi harán su nido.
Nadie será mensajero,
de su vida en otra vida,
es una causa perdida,
pues todos somos viajeros.
Escrito en Septiembre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito. "Zuhaitz ".
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