miércoles, 28 de septiembre de 2016

La inmensa gloria en un beso

Amo la boca que besa
y pone en el beso, corazón,
si al amar, no oculta una traición,
del amor sincero, soy su presa.

Bendita la boca que embelesa
y puede abrir la puerta del Edén,
no quiero para mí un nuevo  desdén,
quiero un amor de gala y en calesa.

Quiero sentirme siempre emperador,
sin más fortuna, al fin, que tu cariño,
romper esta dureza y ser el niño,
que beba de tus labios tanto amor.

Contar, cuando me besas, los segundos,
guardar todo ese instante en la memoria,
que si alcancé contigo inmensa gloria,
seré el más dichoso de este mundo.

Escrito en Septiembre 2016 por Eduardo Luis Diaz Expósito."Zuhaitz"

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