la belleza ha muerto
en poesía y es cierto
que carece de música el poema.
Paso a paso, pieza a pieza,
descompuesta con premura,
presa en la apatía y amargura,
con poco corazón en su flaqueza.
Se extingue la luz y ya no siente,
la belleza del verso, aún sentido,
se pierde la gracia y su motivo,
cercana vé su muerte y la presiente.
No hay lágrima rodando en las mejillas,
ni corazón latiendo, emocionado,
el puro sentimiento está olvidado
y así la realidad, se la maquilla.
Por sólo hallar un resto de empatía,
ante un bajel, varado en la tristeza,
perdida en el silencio, tu cabeza,
en esta sinrazón del día a día.
Si este es el futuro, Dios no quiera,
que vague mi mirada en el vacío,
tan llena de razón y desvarío,
como la vida en ciernes, de cualquiera.
Escrito en Septiembre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"
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