consagrado a la belleza,
donde perder la cabeza,
sin corona, por ser regio.
La corona es tu bondad,
que se nutre en la ternura,
destilando la dulzura ,
como alma de tu verdad.
Tu cuerpo es la vibración,
que desanuda mi instinto,
un sentimiento distinto,
que brota en mi corazón.
Que me consume de amor,
cuando habitas en mi mente
y ocurre continuamente,
prendido de tu candor.
Escrito en Septiembre 2016 por Eduardo Luis Diaz Expósito."Zuhaitz".
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