toda deformación de la realidad,
conforma un nuevo estado de conciencia.
La experiencia se forma, sintiendo el momento preciso
y guardarlo en la memoria, como un tesoro,
a recobrar en distintas etapas de la vida.
Nada puede perpetuar, lo que has sentido,
en un segundo de iluminación.
Acaso la vida, es una trampa de infinitos caminos,
donde buscamos la salida, cuando ignoramos la entrada.
Nada puede escapar de su realidad, olvidándonos de su origen.
No es el tiempo, no es el espacio,
sino el abanico de sucesiones testamentarias,
que conducen al abismo de tus propias iniciativas.
Cuando levantas un vaso ¿Qué ves?¿ Tú sed o el ansía de saciar tus anhelos?.
Rostros impávidos, que reflejan la conformidad
de un orden establecido y una esclavitud, aceptada por decreto
en la sinrazon.
Escrito en Septiembre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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