cuando pasas por mi lado.
Dejas aromas de jazmín y amaranto,
mezclados con el olor de tus anhelos
y el néctar que deja, tu excitación
sobre tus bragas.
Si, lo sé, soy fetichista, pero adoro tu cuerpo
y mis sentidos se sacian, con todo lo que conforma
tu presencia.
El sabor de tu saliva, la contemplación
de tu cuerpo desnudo, rompiendo
los moldes de la luz y las sombras.
Tus bragas huelen a vida, a gérmen de pasión,
a río incontenido y a furia sobre mi cuerpo,
con el ritmo incontenido de tus caderas.
Adoro tu ser y la forma en que rompes
los convencionalismos, desbordada e indómita
y a la vez, tierna y dulce.
Me azotas, me muerdes, me destruyes
y me reínventas en el placer,
descubriendo un hombre nuevo,
a la altura del castillo de tus ansias.
Tus pezones, son las almenas que coronan mis sueños,
inaccesibles, a veces, cuando me deslizo por tus caderas,
hasta lo más profundo de tu valle.
Escrito en Septiembre 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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