brillo tibio en la mirada
de lágrima nacarada
y tonos de verde aceituna.
Rios de sangre y pasión,
que recorriendo mis venas,
ahogan en sí las penas
que están en el corazón .
El sueño de una emoción
en un cuerpo de mujer,
la luna del anochecer
llora estrellas de ilusión.
Y quiero ser de tu piel
la caricia de una seda,
que recorriéndola queda
con el dulzor de la miel.
Enlazados cuerpo y alma,
hasta que llegue la aurora,
viviendo el momento ahora,
distendidos en la calma.
Escrito en Mayo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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