arrastro los pies y las nostalgias,
bajo las farolas de trémula luz mortecina.
La mirada buscando una respuesta
en el silencio de la noche,
pájaros oscuros se alojan
entre mis cejas y un frío de hálito fúnebre
se siente en el ataúd de mis costillas.
La tristeza presente, con sus cuchillos de hielo
y un suspiro, tratando de calentar la atmósfera
con el vapor que guardé
de los besos más encendidos.
Calles mojadas de nostalgia y reflejos
de luz de ámbar sobre una lengua negra
que se cierne con los tintes
de la noche acariciando,
cada acera, cada rincón ,
donde los amantes se cuentan susurrando
sus más íntimos secretos de amor.
Escrito en Mayo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz"
No hay comentarios:
Publicar un comentario