sobre el cristal empañado
de las alegrías y un suspiro gris,
ascenderá desde el pecho
hasta las nubes altas del recuerdo.
De nuevo el amarillo será el color
de los años gastados y romperemos
una brizna de hierba seca, para que el silencio,
no se lleve el sollozo que negamos.
Páginas cosidas al corazón y a sus heridas,
páginas con brillo de fiesta
y crepúsculos de amantes labios.
Hay que buscar razones para hallar la luz
y encontrar en el amor la luciérnaga herida,
que nos abandonó en nuestra oscuridad,
cuando el hastío parecía irremediable.
¡Qué el amor no sea un recuerdo lejano,
ni el sueño romántico de un puñado de locos!
Que sea una realidad para caminar sin temor,
entre los bosques de las dudas y las ciénagas
de la tristeza.
Antorcha de luz en las almas y en los corazones,
que un día perdieron la ilusión.
Escrito en Mayo 2016 por Eduardo Luis Díaz Expósito."Zuhaitz".
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